¿Qué es la cistitis?
Es la inflamación aguda de la vejiga urinaria, con o sin infección.
¿Cuáles son los factores de riesgo?
Algunas personas son más propensas que otras a padecer de infecciones recurrentes de vejiga o de las vías urinarias. Las mujeres son uno de esos grupos. Una razón clave es su anatomía particular. Las mujeres tienen una uretra más corta, lo que acorta la distancia que deben viajar las bacterias para alcanzar la vejiga.
Las mujeres que presentan un mayor riesgo de infección de las vías urinarias son aquellas que:
- Son sexualmente activas. Como resultado del coito, las bacterias se pueden impulsar por la uretra.
- Usan ciertos tipos de anticonceptivos. Las mujeres que usan diafragmas presentan mayor riesgo de una infección de las vías urinarias.
- Están embarazadas. Los cambios hormonales durante el embarazo pueden aumentar el riesgo de una infección de la vejiga.
- Han experimentado la menopausia. Los niveles alterados de hormonas en mujeres posmenopáusicas se asocian a menudo con las infecciones de las vías urinarias.
Otros factores de riesgo en hombres y mujeres son los siguientes:
- Interferencia en el flujo de orina. Esto puede ocurrir en enfermedades como piedras en la vejiga o, en hombres, con el agrandamiento de la próstata.
- Cambios en el sistema inmunitario. Esto puede ocurrir en algunas enfermedades, como la diabetes, infección por VIH o tratamiento oncológico. Un sistema inmunitario debilitado incrementa el riesgo de infecciones bacterianas y, en algunos casos, infecciones virales de la vejiga.
- Uso prolongado de una sonda en la vejiga. Estas sondas pueden ser necesarias en personas con enfermedades crónicas o adultos mayores. El uso prolongado puede provocar un aumento de la vulnerabilidad de infecciones bacterianas y un daño del tejido de la vejiga.
¿Cuáles son las causas de cistitis?
Cistitis bacteriana
Las infecciones de las vías urinarias suelen ocurrir cuando las bacterias que se encuentran fuera del cuerpo ingresan en las vías urinarias a través de la uretra y comienzan a multiplicarse. La mayoría de los casos de cistitis se producen por un tipo de bacteria, Escherichia coli (E. coli).
Cistitis no infecciosa
Aunque las infecciones bacterianas son la causa más frecuente de la cistitis, diversos factores no infecciosos también pueden hacer que se inflame la vejiga. Algunos ejemplos son los siguientes:
- Cistitis inducida por los medicamentos. Ciertos medicamentos, especialmente los de quimioterapia, pueden producir inflamación de la vejiga cuando sus componentes descompuestos son expulsados del cuerpo.
- Cistitis por radiación. El tratamiento con radiación de la zona pélvica puede producir cambios inflamatorios en el tejido de la vejiga.
- Cistitis por cuerpos extraños. El uso prolongado de un catéter puede predisponerte a sufrir infecciones bacterianas y daños de los tejidos, dos situaciones que pueden provocar inflamación.
- Cistitis asociada a otras afecciones. En ocasiones, la cistitis puede aparecer como una complicación de otros trastornos, como la diabetes, los cálculos renales o el agrandamiento de la próstata.
Síntomas
Algunos de los signos y síntomas de la cistitis suelen ser:
- Necesidad imperiosa y constante de orinar.
- Aumento en la frecuencia de las micciones
- Sensación de ardor al orinar.
- Orinar frecuentemente en pequeñas cantidades.
- Sangre en la orina (hematuria).
- Orina turbia y con olor fuerte.
- Dolor en región suprapúbica o en bajo vientre.
- Fiebre baja.
Diagnóstico
Algunos de los síntomas enumerados en la sección anterior no son exclusivos de esta patología, por lo que se hace necesario recurrir a pruebas diagnósticas concretas que confirmen que se trata de un caso de cistitis. Generalmente se realiza un cultivo de orina para determinar la presencia de bacterias.
Tratamiento
La cistitis causada por una infección bacteriana generalmente se trata con antibióticos. El tratamiento de la cistitis no infecciosa depende de la causa oculta. La acción de los medicamentos debe verse complementada por la ingesta abundante de agua.
Prevención
Algunas recomendaciones para las infecciones recurrentes:
- Bebe mucho líquido, especialmente agua.
- Orinar con frecuencia. Evita demorar ir al baño cuando sientes la necesidad de orinar.
- Sécate de adelante hacia atrás después de evacuar los intestinos. Esto evita que las bacterias de la región anal se extiendan a la vagina y la uretra.
- Dúchate en lugar de tomar baños en tina. Si eres propensa a sufrir infecciones, ducharte en lugar de tomar baños en tina puede ayudar a prevenir infecciones.
- Vacía la vejiga lo antes posible después de tener relaciones sexuales. Bebe un vaso lleno de agua para ayudar a eliminar las bacterias.
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